
A norte de Aleria en cambio el Estanque de Diana, cuya entrada está dominada por la Torre homónima. En la adyacente Île de Santa Maria se encuentran una pequeña capilla y las ruinas de un muelle del antiguo puerto romano que hace dos mil años estaba traficado por las numerosas embarcaciones que iban y venían entre estas playas y Roma para abastecer la capital de las preciosas ostras de la laguna. Aún hoy las ostras son una especialidad local y algunos restaurantes de la zona ofrecen óptimos menús a base de estos y otros frutos de mar, otro buen motivo para hacer una parada en este sugestivo micro-territorio que reúne arqueología, naturaleza y tranquilidad.
Para volver a encontrar playas de postales hay que superar Aleria y llegar hacia l’Île de Pinarellu, en realidad una península (con una islita delante) que separa dos hermosas playas arenosas del mar cristalino. Aún más a sur, en dirección de Porto-Vecchio, se encuentran la Bahía de San Ciprianu, la Cala Roja y la Bahía de Stagnoli, igualmente hermosas pero en alta temporada siempre muy frecuentadas por su cercanía con Porto-Vecchio. En efecto esta atrae a muchos visitadores por ser base para ir a las playas que la rodean, pero de todas formas merece una visita también por su ciudadela.
Superado también Porto-Vecchio, otra entre las playas más hermosas de la isla, junto a las de los Agriates, es aquella de Palombaggia y, poco más a sur, el Golfo de Santa Julia.
Musée départemental d’Archéologie Jérôme Carcopino, Fort Matra:
- Horario de verano (desde el 16 de Mayo al 30 de Septiembre):
- Todos los días de las 8.00 a las 12.00 y de las 14.00 a las 19.00
- Horario invernal (desde el 1 de Octubre al 15 de Mayo):
- Desde el lunes al sábado de las 9.00 a las 12.00 y desde las 14.00 a las 17.00